ACTO 17 DE AGOSTO
DÍA DEL ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DEL GENERAL JOSÉ DE SAN MARTÍN

Discurso del Prof. Matías Lezcano



Hoy se cumple un nuevo aniversario del fallecimiento del General José de San Martín, uno de los máximos héroes de la historia de nuestro país y de América y una pieza fundamental en la construcción de nuestra identidad nacional.

Fue su deseo y su más grande conquista ver a Latinoamérica recorriendo su propio camino de libertad y organización y, entre otras cosas, es por ello que se lo recuerda con tanto fervor. Para poder hacerlo, organizó un ejército y realizó su enorme campaña libertadora cruzando la Cordillera de los Andes. Los invitamos a reflexionar con algunas de las palabras que San Martín dijo a sus soldados antes de emprender el cruce.

“Soldados, se me llena el corazón al ver a tantos guerreros dispuestos, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos recordarán este momento con orgullo, porque les dejaremos una tierra digna de ser vivida. Donde puedan sembrar, crecer y prosperar, libres de toda cadena, donde cada hombre pueda decidir su destino sin importar su color, su linaje, su procedencia. Porque todos somos iguales ante el Supremo (...). Son la esperanza de la América, cada uno de ustedes lleva consigo lo más importante, ¡la libertad!”

Esta última palabra: LIBERTAD, resuena hoy con más fuerza que nunca en nuestra sociedad. Somos libres porque muchos hombres valientes lucharon para que así fuera, dándolo todo. Hoy a nosotros nos toca proteger este legado, cuidándonos los unos a los otros, y entendiendo que nuestra libertad termina donde empieza la del otro. Y recordemos siempre que, así como nuestros próceres se preocuparon de darle un cuerpo a nuestra Patria, es decir un territorio libre de toda dominación extranjera, también nos dejaron un alma y un alma cristiana.

Fue así que con profundo amor y devoción el General Don José de San Martín el 5 de enero de 1817, en una gran ceremonia hace formar al Ejército de Los Andes y nombra a la Virgen del Carmen de Cuyo como su Generala. Así, podremos mantener viva la llama de la esperanza de una sociedad justa, fraterna y generosa, semillas que sembró en ella el propio San Martín. Recordemos siempre con orgullo, como bien lo decía el prócer, la valía de su empresa, prosperemos en esta tierra y decidamos nuestro destino con responsabilidad, patriotismo, humildad y honradez. Muchas gracias.



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